Muchos rincones de Madrid tienen anécdotas más o menos conocidas que explican sus orígenes. Aquí voy a contar algunas de las que conozco y me parecen curiosas.
Ratoncito Pérez
Tal y como la sitúa el escritor jesuita Luis Coloma, en el cuento que le encargaron desde Palacio Real de Madrid para Alfonso XIII cuando este tenía 8 años, podemos encontar en el número 8 de la calle del Arenal la Casita Museo Ratón Perez. También se puede ver la decoración de los balcones y la fachada del edificio por la parte de atrás desde la calle Tetuán.
El Rastro
Se establece en la cuesta de Ribera de Curtidores, calle que recibe este nombre por la industria de curtiembre o tenerías (proceso para convertir las pieles de animales en cuero) que se localizaba en la zona. Y por esta localización geográfica se explica la denominación de este popular mercado al aire libre: al transportar arrastrando las reses muertas y aún sin desollar desde los antiguos mataderos situados en la plaza General Vara de Rey y alrededores, hasta las curtidurías, se dejaba un rastro de sangre que era acentuado por el desnivel de esta peculiar calle.
La estación fantasma
En la línea 1 de Metro, entre las paradas de Iglesia y Bilbao, los viajeros pueden advertir una estación en la que el suburbano pasa de largo sin detenerse. Se trata de la estación de Chamberí, que fue cerrada en 1966, cuando se decidió que no era viable ampliar el andén de 60 a 90 metros (para adaptarlo a la nueva longitud de los trenes que iban a contar con hasta 6 vagones) debido a la cercanía de las dos estaciones adyacentes.
La estación fue restaurada entre 2006 y 2008 para que ahora se pueda visitar como museo, conservando el aspecto que tenía cuando dejó de utilizarse, lo que ayuda a alimentar la leyenda de estación fantasma cuando los pasajeros la observan fugazmente a través de las ventanas.
Tiovivo
Cuenta la leyenda, según el filólogo y etimólogo Joan Corominas, que el tío Esteban (Esteban Fernández o Estaban Méndez), un conocido feriante madrileño y que regentaba un carrusel en el Paseo de las Delicias, fue declarado muerto el 17 de julio de 1834. Cuando era conducido hacia su funeral, fue consciente de ello y se levantó del féretro gritando: "¡¡¡Estoy vivo, estoy vivo!!!". A partir de ese momento a su atracción se la denominó la del "Tío Vivo".
El Retiro
Su origen data entre los años 1630 y 1640, cuando el conde duque de Olivares le cedió a Felipe IV unos terrenos regalados por el duque de Fernán Núñez para el recreo de la Corte. Precisamente el estanque fue mandado construir por el Rey para representar batallas navales.
Además de ser la sede del árbol más viejo de la capital (un ahuehuete), también cuenta con la Fuente del Ángel Caído (uno de los pocos monumentos en todo el mundo en homenaje a Lucifer), que curiosamente se encuentra de forma oficial a 666 metros de altura sobre el nivel del mar.
Templo de Debod
El Templo de Debud es un edificio que Egipto regaló a España en 1968 como agradecimiento por la ayuda española para proteger los templos de Nubia, en peligro por la construcción de la presa de Asuán. Los otros tres países que recibieron una recompensa por su colaboración fueron: Estados Unidos (Dendur), Italia (Ellesiya) y Holanda (Taffa).
Pero también se considera un simbolo masónico, ya que para la masonería, las columnas del templo simbolizan dos de sus máximas: la fuerza y el equilibrio, y las figuras que aparecen en las inscripciones (dioses y faraones unidos de la mano) representan la fraternidad.
Malasaña
Manuela Malasaña, que da nombre a una calle y al barrio más hipster de Madrid, fue otra de las muchas víctimas del Levantamiento del 2 de mayo de 1808. Una de las versiones de la historia narra que cuando la joven de 15 años volvía a su casa, desde el taller donde trabajaba como costurera, era detenida y registrada por soldados franceses. Estos, al ver que llevaba unas tijeras, la acusaron de portar armas por lo que fue ejecutada inmediatamente.
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