sábado, 2 de febrero de 2019

Guion original

Hay infinidad de maneras de contar una historia, y ahí es donde se nota la firma del estilo propio del director de cine. Y si esa forma tan personal de dirigir la combinas con un guion que no siga los convencionalismos más comerciales que dicta la industria, nos podemos encontrar con películas tan extrañas como hipnóticas. Realizadores que con estas características hayan alcanzado el éxito y reconocimiento no hay muchos, siendo quizás los más populares (y polémicos) David Lynch, Lars von Trier, Darren Aronofsky o Terry Gilliam, por ejemplo.

Pero estos maestros no tienen la exclusividad para hacer películas "raras". Aquí voy a mencionar otras obras que destacan tanto por su contenido como por su continente. Para intentar organizar un poco todo esto que puede parecer demasiado ecléctico, se me ha ocurrido emparejarlas por su temática, ya que todas ellas tienen una mezcla de varios géneros, como son la ciencia-ficción, el thriller, el drama o incluso la comedia.

Empezamos con extraterrestres llegados del espacio exterior, como los que buscan droga en Cielo líquido (Liquid sky, 1982, Slava Tsukerman) y los que celebran exóticos rituales antes de aspirar a triunfar como cantantes en Cómo enamorar a una chica punk (How to talk to girls at parties, 2017, John Cameron Mitchell).

Las hay con mensajes más profundos, con una crítica social implícita, que nos han mostrado por etapas hasta donde llega la degeneración del ser humano, empleando como metáforas un tren o un edificio. Así hemos visto a sus personajes avanzando por los vagones de Rompenieves (Snowpiercer, 2013, Bong Joon-ho) y subiendo por los plantas de High-Rise (High-Rise, 2015, Ben Wheatley).

high-rise

Continuamos con un par de sospechosas desapariciones, que tendrán que ser investigadas por jóvenes convertidos en circunstanciales investigadores. Ya sea en un instituto como en Brick (Brick, 2005, Rian Johnson) o en la zona de urbanizaciones de la frívola ciudad de Los Angeles en Lo que esconde Silver Lake (Under the Silver Lake, 2018, David Robert Mitchell).

La búsqueda del éxito profesional a cualquier precio lo hemos podido comprobar desde dentro del negocio del espectáculo. En el despiadado mundo de las modelos en The Neon Demon (The Neon Demon, 2016, Nicolas Winding Refn) y en el sensual y desinhibido mundo de la danza en Climax (Climax, 2018, Gaspar Noé).

neon demon

Las drogas siempre son un recurso que te permite añadir aspectos psicodélicos y alucinógenos a la trama. Pero se le puede dar una vuelta de tuerca, y convertirlo en un viaje espiritual de un traficante fallecido en Enter the void (Enter the void, 2009, Gaspar Noé) o confundir viajes en el tiempo con invasiones alienígenas que requieren la intervención de unos héroes inesperados en John muere al final (John dies at the end, 2012, Don Coscarelli).

John dies

Por otro lado, tenemos protagonistas que de una forma u otra han vivido varias vidas, como en el futuro mundo inmortal de Las vidas posibles de Mr. Nobody (Mr. Nobody, 2009, Jaco Van Dormael) o en la surrealista y tautológica Holy Motors (Holy Motors, 2012, Leos Carax).

Y terminamos con un tema tan clásico como recurrente: la venganza. Entre peligrosos criminales de Bangkok se ve involucrado Ryan Gosling en Solo Dios perdona (Only God forgives, 2013, Nicolas Winding Refn) y en un ambiente de sectas y bandas de moteros aparece un descontrolado Nicolas Cage en Mandy (Mandy, 2018, Panos Cosmatos).

Mandy

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